sábado, 3 de diciembre de 2016

OTRO OLVIDO MÁS.

En este último mes estoy teniendo muchas complicaciones a la hora de subir una entrada. Este curso está resultando ser más duro de lo que pensaba. No tengo tiempo ni para hacer lo que yo quiero.

El otro día, hablando con un profesor, nos dijo que es normal, que somos "pre-universitarios" pero es que nos sobrecargan: que si trabajos, que si presentaciones, que si deberes, que si exámenes y todo a la vez. 

Llevo estudiando mis años, e incluso todavía me quedan muchos, pero no llego a entender por qué los profesores dejan todo para las últimas semanas. Siempre nos han dicho, que no dejemos el estudiar para el último día pero, ¿cómo lo hacemos si con tantas cosas no nos sobra ni tiempo para respirar?
Los últimos días de cada trimestre no somos alumnos, somos zombies, que por tener, tenemos unas ojeras que parecen que hemos estado en una pelea. Y que para colmo, el corrector hay veces que de tanta cantidad de ojeras ni funciona. ¿Es eso normal? 

Sé que no soy ni la primera ni la última en quejarse de lo agobiante que puede llegar a ser un bachiller, y más sabiendo lo importante que es la nota, que ya no te puedes permitir un suspenso en un examen porque te crujen. ¿De verdad es normal que conozca más mi habitación que a mi propia familia? ¡Incluso me sé hasta las manchas de rotulador que he ido dejando por la pared, sin querer, por ir pensando en todo el trabajo que tenía! (Mamá, no leas esto, gracias.)

No debería de quejarme, puesto que es la preparación para ir a la universidad pero, quejarse es gratis y a día de hoy, lo he hecho muchas veces. Soy de ese tipo de personas que si ven algo que no les gusta lo dicen, sea malo o bueno, porque, opino, que no tengo que quedarme callada sino me gusta aquello que está pasando.

Veo como día a día, mis compañeros y yo, llegamos a clase con menos ganas, con ganas de que acabe esa hora para que llegue la siguiente y estar más cerca de irnos, de irnos a seguir haciendo cosas y no descansar.

Sin duda alguna, puedo decir que las ganas que tengo de que llegue Navidad es para dormir sin pensar en lo que tengo que hacer, el salir de fiesta es para debiluchos.

1 comentario:

  1. Ya veo que en esta entrada te has lucido. Te quederias agusto escribiendola. Entiendo tu punto de vista y es que en realidad todos estamos igual.
    jejejeje adiós.

    ResponderEliminar